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        ¿Qué son las semillas feminizadas?
    Cualquier especie de semilla que surja de forma natural, 
    es aquella que se obtiene de la fecundación de una planta macho y una
planta hembra. Por lo que, las semillas resultantes,    producirán descendencia tanto masculina como femenina. En
    este proceso es imposible saber qué sexo tendrá hasta que
    se cultiva. Gracias a la introducción de
    
        las semillas feminizadas, el cultivo se vuelve más sencillo
    
    .
    La marihuana es una planta muy inusual. Es una planta anual que además es
    dioica (produce flores tanto macho como hembra), sin embargo, cada planta
    de marihuana tiene la habilidad de
    
        producir flores del sexo contrario bajo determinadas circunstancias.
    
    Este mecanismo de supervivencia (la planta de marihuana
    detecta que las condiciones de crecimiento no son favorables lo que
    significa que las oportunidades de reproducirse son menores), le permite a
    la marihuana sobrevivir y reproducirse: ser tanto una planta anual como
    dioica. Hay plantas de marihuana que se convierten con suma facilidad en
hermafroditas    como respuesta al estrés en el entorno de crecimiento:
    fluctuaciones de temperatura, irregularidades, daños físicos, ciclos de
    luz, etc.
    Las plantas de marihuana se transforman para
    
        sobrevivir incluso en las peores situaciones y en climas complicados.
    
    Cualquier planta de marihuana hembra, cuando se encuentra sometida a algún
    tipo de estrés, busca la forma de
    
        echar polen macho para fecundizarse y seguir con la evolución de su
        especie
    
    . Este impresionante acto de la naturaleza es lo que nos ayuda a conseguir
    semillas feminizadas.
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        ¿Por qué elegir semillas feminizadas?
    
Las semillas de marihuana feminizadas son criadas para    no contener cromosomas masculinos, seguro al 100%, para
    que, de este modo,
    
        cada planta cultivada a partir de ellas florecerá como una femenina
    
    y será capaz de producir la cosecha de cogollos resinosos buscada por la
    mayoría de los cultivadores.
Las semillas feminizadas han conseguido que el cultivo de marihuana sea    más accesible para todo tipo de usuarios. Antes se
    requería de más experiencia y precisión para poder detectar todas las
    plantas machos que aparecían en una cosecha y evitar que polinizaran al
    resto.
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        Ventajas e inconvenientes de las semillas feminizadas
    
    
Ventajas: 
    1. 
    Obtendrás lo que buscas: 
    Son las plantas de cannabis hembra las que florecen y producen cogollos. Al
    sembrar semillas feminizadas tendrás plena seguridad de que todas tendrán
    cosecha para tu uso y disfrute.
    2. 
    Evitas machos polinizadores: 
    Uno de los riesgos de tener un cultivo con más de una planta es que nazca
    un macho y polinice a las hembras, esto provocaría que las hembras detengan
su proceso de producir la flor para dedicarse a producir semillas.    
    3. 
    Evitas tener que sexar: 
    Al tener semillas feminizadas podrás despreocuparte de la tarea de
    determinar el sexo de tus plantas. Casi con total seguridad vas a tener una
    planta hembra.
    4. 
    Son más estables: 
    Normalmente las semillas feminizadas han pasado por un cuidadoso proceso
    para disminuir el riesgo de que salgan hermafroditas. Esto ha hecho que
    sean más estables y uniformes que las regulares.
    
    
    
Inconvenientes:
    1. 
    Son más sensibles: 
    Cualquier planta de marihuana hembra cuando se somete a estrés puede
    mostrar flores macho o platanitos, que en caso de que maduren pueden
polinizar la propia planta y las que se encuentren a cientos de metros.    
    2. 
    No producen semillas
    
    
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        ¿Cómo se crean las semillas feminizadas?
    Gracias al proceso de feminización de las semillas, podemos obtener
    infinidad de variedades de marihuana feminizadas. Para ello, debemos
    comenzar con la obtención de plantas hembras puras. Este
tipo de plantas se caracterizan por    no mostrar signos de hermafroditismo. Es necesario
    someterlas a un alto estrés, mediante el
    cambio radical de las horas de luz natural. Cuando es una semilla
    resistente al cambio, es recomendable someterla a estrés durante unos 15
    días. Pero si a la planta le cuesta cambiar de sexo, el estrés se tendrá
    que prolongar como máximo un mes.
    No obstante, durante la situación de estrés no es aconsejable someter a la
    planta a una temperatura superior a los 28° C, ya que si
    la planta de marihuana se cultiva dentro de un clima tropical podríamos
    estar dañándola. Asimismo, en el proceso de riego deberíamos tener cuidado
    de no echar cantidades que puedan ahogarla.
    Después de este paso, el siguiente dentro del proceso de feminización de
las semillas de marihuana es lograr que    la hembra pura se reproduzca consigo misma. Es cierto que
    las hembras puras no poseen flores masculinas, pero se puede conseguir
    mediante hormonas vegetales o mediante algún tipo de sales.
    Tras conseguir este proceso, solo es cuestión de esperar durante unos días
    para conseguir semillas feminizadas. En un periodo corto
    de tiempo, obtendremos una gran cantidad de semillas feminizadas que nos
    garantizan la producción de plantas hembras. El sueño de
    todo cultivador de marihuana se habrá cumplido. Lograremos reducir con un
    riesgo casi nulo de contar con plantas macho (que no servirán para nuestro
    propósito).
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        ¿Cómo se cultivan las semillas feminizadas? 
    
    Te contamos 8 consejos que tienes que tener en cuenta para cultivar tu
    plantación de semillas feminizadas:
    1. Impedir la sequedad de la planta. A la hora de cultivar
    con semillas de marihuana feminizadas es muy importante evitar que nuestra
    planta se reseque manteniendo buenos niveles de agua.
    2. No ahogar nuestro cultivo. Debemos procurar establecer
    los niveles de agua adecuados para evitar abundar con excesiva agua nuestro
    cultivo.
    3. Usar sistemas hidropónicos. Una buena forma de mantener
    buenos niveles de agua es mediante el uso de sistemas hidropónicos para
    regar nuestras plantas.  
    4. Mantener una humedad alta. Es indispensable que la
    humedad ambiental se sitúe por encima de un 60% para lograr un periodo de
    crecimiento y floración adecuado.
    5. Mantener una temperatura adecuada. Cultivar marihuana
    en entornos con excesos de calor perjudicará el desarrollo de nuestra
    planta. Por ese motivo, recomendamos mantener una temperatura media de
    entre 20-22 grados.
    6. Utilizar una iluminación apropiada. Si utilizamos una
    luz de tonalidad rojiza es más probable que nuestras plantas de marihuana
    se estresen. Por ello, recomendamos el uso de una luz azulada o blanca.
    7. Suministrar nitrógeno. Para un crecimiento y desarrollo
    natural de la planta es recomendable aportar nutrientes mediante nitrógeno,
    controlando bien los niveles de suministro para no cometer excesos.
    8. Sustentar los niveles de fosforo y potasio. Además de
    nitrógeno, el fosforo y potasio aportaran beneficiosos nutrientes a nuestra
    planta durante la etapa de floración.