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Cómo hacer tu propia mantequilla de marihuana

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De nuestras amigas cannábicas, “como del cerdo”, se puede aprovechar casi todo. Ciertamente, recortes y hojas pequeñas, suelen tener como destino las extracciones… ya sea hash, ice-o-lator, bho o rosin; pero desde hace décadas, el cannabis, viene siendo utilizado también en la gastronomía.

Para quien no tuviera conocimiento, el cannabis no se utiliza de forma directa sobre las “recetas” (o por lo menos si no quieres un sabor a planta un poco intenso en tus platos), sino a través de derivados impregnados de su esencia, terpenos y cannabinoides.

En este caso, centraremos el artículo en explicar como poder introducir el cannabis en tus postres y otros platos, con esta receta que te proponemos de MANTEQUILLA CANNABICA. Verás que no es nada difícil.

AVISO: Queremos resaltar que, el cannabis ingerido, tiene un efecto más gradual (a diferencia de consumirlo por aspiración, donde notamos antes los cambios), con lo cual, es conveniente que seamos responsables y conscientes de ir incrementando la dosis de cannabis en la receta, o la ingesta del producto final elaborado, de una forma paulatina, evitando atracones. Se traducirá, no en nada peligroso, pero sí en una mala experiencia que no agradará al afectado ni al ambiente que le rodee.

Ingredientes.

Necesitaremos unas proporciones de:

  • 250-300 gr Mantequilla (con o sin sal) o Margarina – Dependiendo del plato final que realicemos nos interesará un tipo u otra.
  • 500 ml de Agua.
  • Entre 15-25 gr de flores pequeñas y hojas (Repetimos: cuidado con la cantidad, sobre todo de abundar resina y tricomas en los restos que usemos). A ser bien posible, bien seca y curada. Si podemos “descarboxizarla” antes, mejor (meterla en el horno a 100ºC durante 10-15 min, debidamente protegida por un papel de horno o papel de aluminio).

¡Manos a la obra!

  1. Pondremos en un cazo los 500 ml de agua y la llevamos al punto de ebullición.
  2. En lo que el agua hierve, picaremos el material vegetal que utilizaremos, bien picadito.
  3. Una vez empiece a hervir el agua, bajaremos el fuego para mantenerla caliente sin ebullición, y verteremos la mantequilla/margarina.
  4. Procuraremos que las burbujitas propias de la ebullición sean muy numerosas y pequeñitas, no pocas y grandes. Caso que se dé el segundo supuesto, bajaremos la temperatura del fuego (lo ideal es que no supere los 100ºC).
  5. En este punto de temperatura y una vez hayan quedado ligadas agua y mantequilla/margarina, será el momento de verter nuestro picado de restos y removeremos suavemente hasta que quede una mezcla homogénea y todas las picaduras impregnen en la mezcla.
  6. Desde ese momento y, manteniendo el cazo sin tapar, para que el agua evapore, no pararemos de remover suavemente en torno a 30-45 min. Es a partir de entonces, donde iremos valorando el aspecto de nuestra mantequilla (homogénea y de tono verdoso).
  7. Solo queda verter a través de un colador (de malla mas fina posible, o incluso de tela) nuestra mezcla en un recipiente, preferentemente de vidrio, y dejarlo reposar al menos dos horas antes de introducir en el frigorífico.

¡Voila!¡Habemus mantequilla cannábica!

Podrás utilizarla directamente sobre tu tostada de pan, o como base para algún plato o postre con un toque un poquito… especial 😊

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